
De ese trabajo especular resulta una exploración profunda y feliz de los límites del lenguaje, una poesía polifónica y febril, un paseo lunático habitado por las voces de los hermanos Lamborghini, Gelman, Borges, J.L. Ortiz, Góngora, Melville, Hugo, Colette, Nietzsche, Juarroz y Los Piojos, entre otros.
Como si fuera un tratado práctico sobre la (im)posibilidad de la traducción, la construcción bilingüe francés-español, produce simetrías improbables, glosas inciertas y sobre todo poderosos antídotos contra hispanecedades y franconiaiseries.
Macquet abre una nueva forma de lectura y escritura en la poesía, bipolar, esquizofrénica en el sentido etimológico de la palabra. Traducción, escritura en los bordes, reelaboración lúdica –lúnica- y unas pocas y sugerentes imágenes insomnes de la serie de fotos Sélénogrammes: todo eso es Luna Western.
Hay algo nuevo allí que no hay que perderse. Aunque por otra parte, también, retomando el consejo de Lisandro Llano: “Yo, si fuera vos, no confiaría demasiado en este ensamblaje de cola de merluza ciega”.
Leilia Gándara
Buenos Aires, EdM, febrero 2012
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