“Sabe que habla como si estuviera en otro espacio,
tal vez en otra ciudad que en la que ella está.” (Urdimbre)
De Rosario a Buenos Aires, del ensayo a la novela y al cuento. Los recorridos de ciudades, de géneros y de lenguajes parecen tener un lugar central en la trayectoria que Noemí Ulla ha trazado en torno a la actividad de la escritura.
Nacida en Santa Fe y doctorada en la Universidad de Buenos Aires, siempre ha acompañado su labor de investigación con el quehacer de la literatura. Desde su primer ensayo, Tango, rebelión y nostalgia, hasta Invenciones a dos voces, su trabajo sobre la ficción y la poesía en Silvina Ocampo, los estudios académicos han ido a la par de un recorrido genérico que va desde la novela hacia el cuento. Sus dos novelas, Los que esperan el alba (1967) y Urdimbre (1981), serán sucedidas por colecciones de cuentos, como Ciudades (1983), El cerco del deseo (1994) y Una lección de amor y otros cuentos (2005), en donde estarán presentes tanto el desarrollo de personajes femeninos como la reflexión sobre la escritura y la lengua. De su novelística, también se continúan allí los juegos artesanales que los textos realizan con el lenguaje, forjándolo a la manera de tejidos para lograr ponerlo en evidencia.
Tal vez no puedan obviarse, para una lectura cabal de sus textos, sus trabajos sobre lo coloquial en la literatura rioplatense: Identidad rioplatense 1930: la escritura coloquial (Borges, Arlt, Hernández, Onetti) y La insurrección literaria: de lo coloquial en la narrativa rioplatense de los años 1960 y 1970. Es que, como ella misma ha revelado en una entrevista (Radar Libros, 22 abril de 2007), el origen de sus relatos está en las palabras y en las frases que se prestan al oído.
Yamila Bêgné (Buenos Aires)
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