
Si bien el texto tiene algo de saga familiar o de novela de aprendizaje, es principalmente una lucha contra lo secreto y lo misterioso de la existencia humana. El mismo título de la obra, inspirado en un verso del poema de Dylan Thomas "Do not go gentle into that good night", apunta a esa trayectoria hacia la muerte, al inevitable viaje a “esa noche oscura”, como fin de la vida y como fin del acto creativo. La noche aparece como un espacio de transfiguración, de transformación en manos de una narradora llamada significativamente Maria Clara, que tiene la tarea de mantener la luz e intentar iluminar eso que no se entiende o a lo que no se tiene pleno acceso. No es menor que el autor defina esta novela como un poema, como se especifica bajo su título. Elementos propios de la lírica tales como el texto concebido como un todo orgánico, las coexistencias temporales, las diferentes voces, las imágenes superpuestas, la relevancia de los signos, la forma como se emplazan las frases y palabras en la página, los espacios en blancos, la repetición y el ritmo, son algunos de los aspectos del género poético que están presentes en este libro. Algunas veces los párrafos están dispuestos como estrofas. Lobo Antunes busca sentidos en las palabras, en la textualidad, y no en la peripecia, es así como afirma: "Para mim, muitas vezes a intriga não é mais do que o prego no qual se penduram os quadros". La poética de Lobo Antunes pasa por un gesto de agresión directa hacia la expresión lingüística, la sintaxis, la noción de tiempo y espacio; nociones que trabaja en esta novela a través de una protagonista mujer que representa la figura de la niña solitaria y rechazada que registra y cuestiona la historia familiar atravesando las dimensiones infinitas del lenguaje.
Andrea Jeftanovic (Chile- EE.UU.)
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario