Hola que tal a todos los que leen esta columna, y no vertebral. Les quiero contar que entre tanto programa de recetas, de condimentos, de platos carísimos, descubrí una mujer que es una verdadera señora del buen comer, como lo fue mi querida Perona C de Gandulfo. Ahora que lo pienso: como se dejaba dominar por ese tal Gandulfo, de dominada se ponía C de Gandulfo. ¿ La letra C de qué habrá sido? No quiero volar alto porque vamos a hablar de comida y claro, la letra C da para toda guarangada que se precie: petrona culo, petrona caderona, petrona calladita y más apelliditos con c… castratti, cachetona, calentona, y no sigo, callate lengua, no quiero hablar, como decía la gran Nini Marshall. Como más de una, Petrona sublimaba con las tortas, torta va torta viene la tenía a esa Juanita como gato en bolsa.
Esta cocinera que acabo de ver en cable, en cambio, es realmente realista y genial, lean sus recetas y me van a venir a contar, ella es Choly Berretonga, una cocinera sin igual.
Clases de cocina con Choly Berretonga. Hoy: pastelito de banana. Ingredientes: una banana, bien grande. Dos huevos grandes. Azúcar y harina. Señora: hoy nos comemos la banana. Qué rica la banana, cómo me gusta. Además, cuántas cosas se pueden hacer con esta fruta tropical. Sorbete, licuado, pastel, mouse, flancito…
Tome la banana con cariño, como siempre en la cocina. No se olvide que la banana también es un ser vivo. Sufre y siente. ¿O usted no siente, señora? Y con habilidad empiece a pelarla. Disfrute de la cocina. Usted es la reina de la casa, no piense que por andar con la banana en la mano la van a mirar mal o la van a identificar con la mona chita. Libérese, siéntase única. Dese el gusto y maneje como se debe una buena banana. Ponga música. Inspírese. Distiéndase, y pele con confianza. Una vez que esté pelada la deja apoyadita en la mesada. No la mire así. Concéntrese . No se tiente. Ahora mezcle la harina los huevos y el azúcar , agarre la banana y recuerde, por ejemplo, a un novio que la haya herido. Recuérdelo así, ahora que pisa la banana bien decidida. Písela. Reviéntela. Aplástela. Después la mezcla con los ingredientes. Revuelva y revuelva como loca hasta que se haga la espumita y al horno a baño maría. En un ratito nada más va a estar a punto para que pueda comérsela con confianza. ¿Vio cómo se aprende, señora, en estas notitas culinarias? Acá, en cocina moderna para la mujer rápida. Perdón, qué tonta soy: cocina rápida para la mujer moderna. Sí, señora: cada día dentro de su casa. Cochina y fácil.
Naty Menstrual (Buenos Aires)
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