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Palabras: «Hegemonía», por Dardo Scavino


anto el sustantivo francés maître como su derivado inglés, master, significan a la vez amo y maestro, jefe y docente, patrón y experto, y nos sugieren hasta qué punto las relaciones entre el poder y el saber estuvieron estrechamente imbricadas en las culturas europeas. Ya sea en griego o en latín, las acciones de mandar y de enseñar parecieran provenir de la idea de guiar o conducir. La raíz dux (conductor, comandante, dirigente) sobrevive en muchos sustantivos, como el italiano duce o el español educador. Y algo similar ocurre con su equivalente griego, hêgêmôn. Hêgêmonía y hêgêsis significan conducción, mando o dirigencia, y los griegos llaman todavía kath-êgêsis a la enseñanza. Pero hallamos esta misma raíz en dos palabras frecuentadas por los estudiantes de Letras de muchísimos países: la di–êgêsis y la ex–êgêsis, el relato y la interpretación.

    Cuando alguien nos cuenta un hecho o comenta una escritura, podemos considerar que nos está instruyendo ya sea acerca de algún suceso, ya sea acerca de la significación de un texto, pero también que nos está dando instrucciones acerca de cómo comprenderlos. No resulta casual, después de todo, que las diferentes narraciones de los acontecimientos históricos o las distintas exégesis de algunos textos sagrados o fundadores coincidan con posiciones políticas o religiosas que se disputan la hegemonía de un país o una comunidad, ni tampoco que ambas actividades hayan sido objeto de disputas sangrientas. Hay quienes piensan que la verdad siempre acaba por triunfar y quienes les replican que un relato o una interpretación se consideran verdaderos porque propagan precisamente la perspectiva de los triunfadores. Y no hay manera de zanjar este debate. Entre otras cosas porque la posición hegemónica no se percibe como tal sino como un relato objetivo y evidente de los hechos, lo que “todo el mundo sabe”, lo que, a pesar de contarse una y otra vez, siempre “se da por descontado”.
    Los griegos, en todo caso, parecían dar por descontado que la hêgêmonía estaba estrechamente vinculada con la diêgêsis y la exêgêsis, o que no había hegemonía política, digamos, sin hegemonía narrativa e interpretativa o, como diríamos hoy, cultural.


Dardo Scavino (Bordeaux, Francia)
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