A Voice of My Own (Houston, TX: Arte Público Press, 2011) es una colección bilingüe de textos, algunos recientes y otros más antiguos, casi todos publicados por primera vez. El texto más viejo es de 1973, el más reciente es de 2009. Hinojosa arregla sus textos por temas y dialógicamente. Pero también uno podría dividir los ensayos en dos bloques: los de 1973 a 1991, y los del 1995 al 2009. Algo pasó entre 1991 y 1995.
Como l@s lector@s de Escritores de Mundo ya saben, las novelas de Rolando Hinojosa Smith tratan de representar la historia de la zona fronteriza entre México y Texas en un concierto de cientos de voces tejanas. Al mismo tiempo cuentan la historia social de esa zona a través de un condado ficticio, que abarca sesenta años de una agricultura mexicana-americana, dominada por un latifundio anglo-americano. La Klail Ranch de las novelas es un retrato poco disimulado de la King Ranch, uno de los latifundios más grandes del mundo que se extiende hacia una zona urbanizada, llena de inmigrantes, bancos, universidades, servicios de todo tipo, incluso el lavado de dinero, la venta de drogas y contrabandos que unen los dos lados del Río Grande.
Los ensayos del 1973 al 1991 describen la región de Belken como un hogar, el lugar donde el escritor nació y tiene sus raíces. El segundo bloque enfoca el racismo, los conflictos étnicos o de clase y la corrupción de los valores en el condado. Los ensayos “This Writer’s Place” (1983) y “Living on the River” (1995) presentan esta visión doble, igual que “E Pluribus Vitae (1973) sobre las dos culturas paralelas de Texas y también “Puentes” (2001) sobre las dos funciones de puentes fronterizos: unir y separar. Hinojosa enfrenta las visiones nostálgicas del pasado como “The Gulf Oil-Can Santa Claus” (1983) o “’50s Austin: A Variform Education” (2007), ya más crítico, con otras que aluden al racismo texano en el ensayo “De noche todos los inmigrantes son pardos, con excepciones” (2007) o en “Ni con gasolina” (2008) que hace acordar a los carteles en restaurantes que antes decían “No Mexicans or Dogs Allowed”.
Resulta significativo que casi la mitad de los 19 textos provienen de la lengua “castellana”. Y más aun que Hinojosa reserve el español para sus textos más críticos de Texas y de los EE. UU. Es primero un escritor, y después un historiador y crítico social. El tema principal de la colección es el idioma, mejor dicho la situación bilingüe del escritor chicano en los EE. UU.
Los 15 ensayos y los 4 cuentos que componen A Voice of My Own tratan de definir el problema de un escritor entre dos culturas: la mexicana y la anglo-americana. ¿Cómo desarrollar una voz propia?
¿Qué significa “voz” en literatura? Un diccionario de términos literarios escribe (mi traducción): “un término metafórico y bastante vago con el cual algunos críticos se refieren a distintas características de una obra escrita en términos de una expresión hablada.” Suena un poco arrogante, pero identifica un aspecto central: la transformación de lo hablado al escrito en la narrativa y en la poesía (non-narrativa). Pero desde los formalistas rusos en adelante los críticos han tratado de ser más precisos que el diccionario de Oxford. En la narrativa se trata de un lado del skaz, de dar voces a los personajes en la narración y, a la vez, desarrollar una forma característica de hablar o escribir para el narrador. La narración, así, tal como ya la distinguían Platón y Aristóteles, puede ser en voz propia, en voz ajena, o mezclar voces propias y ajenas. Y desde Bajtín sabemos que la polifonía es una de las conquistas mayores de la novela a través de los siglos. La novela es un género de habla elaborada, de segunda dimensión. Y por lo menos desde Genette conocemos algunas de las artes de mezclar y contrastar las voces del narrador con las voces (y también con los pensamientos) de los personajes en la novela: locución directa o indirecta, libre o identificada. El análisis de discurso ha desarrollado, recientemente, más términos para distinguir voces en ficciones. Véase, por ejemplo, Helena Casamiglia Blancafort y Amparo Tusón Valls. Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso Barcelona: Ariel, 1999).
¿Qué significa “voz” en esta colección de textos de Hinojosa? El título parece claro: aquí habla el autor que utilizó cientos de voces distintas en sus novelas, y ahora él mismo habla en su propria voz sobre sus novelas. Y el primer ensayo “A Voice of One’s Own” parece confirmarlo. Se trata de la transcipción de una conferencia de 1982 dictada, en San Antonio, en la que Hinojosa propone un paralelo entre A Room of One’s Own de Virginia Woolf y su propria situación lingüística en Texas. Su voz es su casa, pero es una casa divida: Texas (y la propia familia de Hinojosa) tiene dos culturas y dos idiomas paralelos. Y es esa relación dual la que construye la voz Rolando Hinojosa-Smith. Así también construye esos monumentales conciertos de voces que habitan sus novelas. Una es puramente epistolar -que se inscribe en una partitura bimodal donde una cultura, la anglo-texana, domina a la otra. Mejor: es más que bimodal, dentro el español tanto como dentro el inglés de las voces dialogan viejos con jóvenes, mujeres con hombres, banqueros con obreros, policías con inmigrantes, etc. A veces aparecen amabos idiomas en un diálogo, o una persona que narra cambia un idioma por otro. Siempre es significativo cuando ocurre eso. La relación entre el inglés y el español implica una tensión de poder, y en eso radica el paralelo con el feminismo de Virginia Woolf. También significa que esa relación tiende a modificarse y que las obras de Woolf y Hinojosa son parte del cambio.
Es decir, la propia voz de Rolando Hinojosa es dual, pero sus componentes, el inglés y el español, van cambiando sus relaciones. Dos de los ensayos enfocan en detalle este proceso, “A Few Notes on Translation” (2008) y “Crossing the Line: The Construction of a Poem” (1977). En el primero Hinojosa discute su trabajo como auto-traductor de sus novelas, algo que se ofrece para estudiar los métodos de traducir. La novela Dear Rafe / Mi querido Rafa contiene cartas en español y en inglés. La proporción del inglés crece cuando uno de los dos que escribe está cada vez más absorbido en el trabajo del banco anglo-tejano. Es decir, las cartas reflejan la asimilación gradual de un chicano a la cultura anglo-dominante de Texas. Ahora, cuando Hinojosa se dedica a traducir la primera versión en español al inglés, es decir invertir las partes inglesas al español y viceversa, renegocia las relaciones de poderes entre los dos amigos. En el segundo ensayo Hijonosa examina cómo surgió un poema en inglés en su mente. Una frase en inglés lo cautivó por su ritmo, casi prosaico. Al darse cuenta que el ritmo obedece la prosodia castellana del arte mayor, decide continuar escribiendo el poema en inglés, pero contando las sílabas a la manera castellana. El poema inspira una novela en versos, Korean Love Songs, que parecen prosa, pero mantienen una prosodia casi homérica: se asemejan a hexámetros. En suma, las relaciones de voces en la obra de Hinojosa cambian con la historia que él vive en Texas. O para decirlo en términos de Raymond Williams: el inglés queda en posición dominante y el español muestra una trayectoria emergente; sobre todo en las estructuras que organizan la voz del autor.
La mejor ilustración son los cuatro cuentos que cierran la colección. Hinojosa nos ofrece “Es el agua” en dos versiones, la primera en español, la segunda en inglés (1999, 2000). Es una de su piezas cortas más impresionante y la ha leído en muchas ocasiones, en EE. UU, Europa y las Americas. No es la voz de Hinojosa, aunque él presta su voz al viejo Fructuoso Alaniz García que habla de vida y de su familia en el Valle del Río Grande. Es otra voz más entre los cientos que pueblan el condado de Belken, pero en el skaz de Fructuoso Hinojosa presenta un sentido de lugar que es también el suyo. Una oda elemental, en sus ritmos y sus contenidos, tanto en inglés como en español.
Hinojosa niega los ritmos en el siguiente cuento, “El puñal de Borges” (2005), un cuento cercano a la manera de Borges. Tiene un ritmo argentino. Hinojosa no es solamente un hijo del Valle de Texas. Es un profesor de literatura que tiene sus raíces en la literatura inglesa, española y latinoamericana. En este pequeño homenaje a Borges el querido Rafa de la novela epistolar, ahora inspector de policía, investiga un crimen del pasado cometido con el puñal de Borges. El criminal Contreras, ahora amigo del policía, tiene una explicación elaborada de cómo llegó aquel puñal a Texas, pero explica el asesinato solamente con: “Fue el puñal, Rafa”, un eco obvio de “Es el agua” del cuento anterior. Relaciones entre voces no son simples, ni siquiera puramente tejanas en los cuentos de Hinojosa.
El último cuento de la colección se llama “Nice climate, Miami” (2009). Nos encontramos de nuevo con Rienzi, el matón y ex-policia del cuento “La navidad de Rienzi, né O’Hara.” Es otra voz narrativa: dura, inflexible, parca, fria como una Totter, calibre 2.72 con un silenciador. Es monolingual, una voz del poder. O’Hara mata profesionalmente a un judío italiano en Nueva York y engaña a su empleador mafioso, escapándose con el dinero. O’Hara no tiene sentido de lugar, no tiene hogar ni vínculos. Utiliza las culturas étnicas como ropajes y se mueve en las estructuras de poder como un pez en el agua. El arma que posee no proviene de Borges ni de Evaristo Carriego, su Totter viene de una mafiosa rusa. O’Hara deja la pistola en el taxi cuando sube al avión. El cuento forma un fuerte contraste con los tres anteriores y una conclusión disonante a la colección.
Wolfgang Karrer
Berlín, Alemania, EdM, febrero 2013
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