ESCRITORES EN SITUACIÓN

Las transformaciones libidinosas del racismo en Carl Gustav Jung, por Wolfgang Karrer


El libro Las transformaciones y los símbolos de la libido de Carl Gustav Jung apareció en cuatro ediciones, la primera en 1912, la segunda en 1924, la tercera del 1937 (con cambios menores), y la cuarta del 1950, que tiene grandes cambios con respecto a la de 1912. La primera versión fue reimpresa en el 91 por su importancia histórica. Significaba en su tiempo la ruptura con Freud y a la vez establecía los fundamentos de la escuela analítica del psicoanálisis; es decir, contiene elementos para una teoría del inconsciente colectivo, de la individuación y de los arquetipos (aquí todavía llamados “símbolos”).
En las ediciones de obras junguianas previas al 45 son frecuentes las revisiones. En muchos casos sirven para disfrazar las raíces ideológicas y las simpatías derechistas, y hasta fascistas, de Jung. Hoy se han recuperado estos textos. Por ejemplo, la declaración de su simpatía hacia Hitler en el artículo sobre Wotan y sobre el alma colectiva alemana, así como su intención de formar una asociación psicoanalítica aria y antisemita (Gess 2005).
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ESCRITORES EN SITUACIÓN

Sobre algunos cuentos y ensayos de Rolando Hinojosa Smith, por Wolfgang Karrer


A Voice of My Own (Houston, TX: Arte Público Press, 2011) es una colección bilingüe de textos, algunos recientes y otros más antiguos, casi todos publicados por primera vez. El texto más viejo es de 1973, el más reciente es de 2009. Hinojosa arregla sus textos por temas y dialógicamente. Pero también uno podría dividir los ensayos en dos bloques: los de 1973 a 1991, y los del 1995 al 2009. Algo pasó entre 1991 y 1995.

Como l@s lector@s de Escritores de Mundo ya saben, las novelas de Rolando Hinojosa Smith tratan de representar la historia de la zona fronteriza entre México y Texas en un concierto de cientos de voces tejanas. Al mismo tiempo cuentan la historia social de esa zona a través de un condado ficticio, que abarca sesenta años de una agricultura mexicana-americana, dominada por un latifundio anglo-americano. La Klail Ranch de las novelas es un retrato poco disimulado de la King Ranch, uno de los latifundios más grandes del mundo que se extiende hacia una zona urbanizada, llena de inmigrantes, bancos, universidades, servicios de todo tipo, incluso el lavado de dinero, la venta de drogas y contrabandos que unen los dos lados del Río Grande.
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APUNTES

Mircea Eliade y el caballo de Troya en el mundo académico, por Wolfgang Karrer


La orientación fascista de Mircea Eliade (1907-1986) queda bien documentada por lo menos desde la publicación de Cioran, Eliade, Ionesco: l’oubli du fascisme, un libro de Alexandra Laignel-Lavastine del año 2002. Fue traducido al italiano, y en Argentina fue reseñado el 6 de octubre del mismo año en Página 12. También la Wikipaedia actual concede lentamente esta orientación ideológica a Mircea Eliade, aunque trata de disminuirla como si se tratara de un pecadillo juvenil.
    En este ensayo quiero demostrar (usando el libro de Laignel-Lavastine) que esta orientación sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y que en cierto modo Eliade se mantuvo fiel a sus convicciones de ultraderecha hasta su muerte. Voy a apoyar esta tesis con citas de Eliade, traducidas al español por mí. Ya es tiempo de enfrentar sus ideas del eterno retorno, del orden cósmico, del sacrificio y del shamanismo con más crítica.
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Lacan: Del picoteo al lacaneo, por Wolfgang Karrer



En abril 2012 se terminó el congreso internacional de los lacanianos en Buenos Aires. El tema era controversial: la cura. Controversial, porque Lacan no se sometía a la regla de la asociación internacional de los freudianos (IPA) que decían que las sesiones debían durar 50 minutos. Perdió la licencia de practicar la cura didáctica, y, después, en una serie de repetidas secesiones, formó su propia asociación que toleraba sus prácticas.
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APUNTES

Decir "Presente", por Wolfgang Karrer


¿De dónde viene la costumbre de evocar a los muertos con sus nombres y de afirmar su presencia con esta palabra? Viene del fascismo, y su culto de los muertos ocupó un sitio central en la liturgía fascista: “El momento culminante de la ceremonia era el rito del llamamiento: uno de los jefes de escuadra gritaba el nombre del caído, y la multitud de rodillas contestaba: ‘!Presente!´”. Ascendidos al universo simbólico fascista como héroes o santos, los caídos velaban carismáticamente por la comunión de los fascistas, y seguían viviendo en su memoria.” (Gentile 2007, 34). El traductor del historiador explica que el Fare l’apello en italiano equivale al “tomar lista” o “”pasar revista” en espaňol. En inglés sería roll call, en alemán Appell. Las camisas negras usaron un ritual militar entre oficiales y reclutas para transferirlo dos veces, primero de los vivos a los muertos, segundo de los soldados a las escuadras fascistas, que producían terror en los barrios socialistas y comunistas de Italia. La primera transferencia posiblemente ya lo practicaron los veteranos de la Primera Guerra Mundial desde el 1918 o antes. ¿Había una tercera transferencia del culto por los peronistas? No serían los únicos que trataron de re-sacralizar el poder político después del fascismo.

Wolfgang Karrer
 Berlín, Alemania, EdM, junio de 2012

https://wkarrer.webs.com/

Emilio Gentile. El culto del litoral. La sacralización de la política en la Italia fascista. Trad. L. Padilla López. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2007.
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ESCRITORES EN SITUACIÓN

Abaddón…: una novela paranoica, por Wolfgang Karrer


Para Mavi

1.


Abaddón el exterminador (1974) es una novela autoreflexiva. Es decir, el autor Ernesto Sábato crea un personaje llamado Ernesto Sabato (sin tilde) quien está tratando de escribrir una novela llamada Abaddón el exterminador . Para complicar el asunto, este personaje Sabato, reflexiona continuamente sobre su novela y sus novelas anteriores. Lo hace solo, con amigos, con estudiantes, en frente de un público, etc. Las reflexiones se acumulan a tres niveles: reflexiones sobre reflexiones sobre reflexiones –y se reflejan en los desdoblamientos de personajes: Sabato – Bruno, Sabato – R., Sabato – Ledesma, Sabato – Schneider, Schneider – Schnitzler, Marcelo – Carlos, Agustina ― Alejandra etc. Todo esto se ha visto y comentado varias veces (Acero 1976; Solotorevsky 1981; Barrera López 1982 etc.). Es que Abaddón es una ficción en segunda potencia, como alguien dice en la novela misma (Sábato 1975,26; cito la primera edición; la segunda está en la red: vease Literatura abajo).

    Lo que no todos han visto es que Abaddón refleja otras obras anteriores de Ernesto Sábato. Es decir, no solamente las novelas, sino también los ensayos. El personaje Sabato repite, a veces verbalmente, argumentos que el autor Sábato ha hecho desde Hombres y engranajes (1951). Abaddón es también una novela intertextual (Oropeza 1983). Por ejemplo, la novela de crisis y la novela en crisis (Acero 1976, 276-81) acompañan a Sábato por lo menos desde 1951. Surge de nuevo en El escritor y sus fantasmas (1963, 21, 92-94). El argumento básico es que una civilización dominada por el dinero y la razón lleva al Super Estado con el hombre hecho una cosa (64). Y la novela de crisis contesta con una vuelta al sujeto, una sumersión en el interior del yo. El ser más humano en ella es el loco. Es la sujetividad en crisis. Y esta novela ha producido nuevas “técnicas” para representar el “subconsciente” del sujeto (Sábato 1963, 92-93). Esto mismo de la “segunda potencia” ya aparece en El escritor y sus fantasmas (1963, 28).
    Sábato repetidamente ha abogado por la novela existencialista como respuesta a esta crisis. El modelo preferido es La náusea (1938) del filósofo Jean Paul Sartre:

“Su clave más profunda hay que buscarla en su primera novela, en su náusea ante lo contigente y gelatinoso, en su propensión viril por lo nítido, matemático, limpio y racional. Su obra filosófica es el desarollo conceptual de esta obsesión subconsciente." (Sábato 1963, 15).

El escándalo de la contingencia – la ausencia de Dios ― resulta inaguantable al héroe existencialista, busca lo absoluto, el orden: "Esto se ve bien en La náusea, cuando el protagonista, angustiado por la contingencia, pretende refugiarse en la melodía - eterna - de un blue [sic]." (119). (Esta tesis reaparece dos veces en Abaddón, 40, 483). Para combatir la contingencia, el protagonista trata de ordenar, de vincular todo con todo. La novela existencialista es una síntesis entre el yo y el mundo, el hombre y el universo (Sábato 1953, 1963; 1968). En su ataque contra Sartre del año 1968, del cual se ocupa el personaje Sabato todavía en el 1972, Sábato redefine la situación de la náusea del protagonista, su miedo ante lo femenino y ante lo gelatinoso, como el “universo de un paranoico” (1968, 83). Desde el 1951 ha cambiado su enfoque básico de la novela existencialista: la síntesis del yo y el mundo, la búsqueda de lo absoluto y la náusea ante lo feminino y gelatinoso no son algo viril, sino más bien paranoico.
    De alguna manera, todos los protagonistas de las novelas de Sábato son variaciones sobre el Roquentin de Sartre. Castel es el héroe clásico existencialista, tratando de salir del túnel que es su vida; Fernando Vidal Olmos un paranoico que se siente perseguido por los ciegos; y finalmente en Abaddón Sabato toma el rol de Fernando como el paranoico central (Acero 1976, 276, 284; Barrera López 1982, 112). De hecho, el mismo Sabato llama a Olmos un paranoico (50, 76). Es posible leer Abaddón como otra novela existencialista y muchos críticos así lo han hecho. Hay una continuidad obvia. Pero al hacer el autor paranoico y protagonista de una novela entera radicaliza el experimento del “Informe sobre los Ciegos”. Ya en Dostoievski y en Tolstoi el loco ha sido un instrumento privilegiado para explorar la crisis del mundo contemporáneo a través del inconsciente del protagonista (Sábato 1951, 95; 1953, 23). Sin embargo, restringir el mundo narrado a la visión de este loco significa pasar de la novela existencial como lo ha definido Sábato desde el 1951 (y como Sabato y Bruno siguen haciéndolo en Abaddón) a la novela de paranoia.
2.
¿Qué es la novela de paranoia? De alguna manera, es la sucesora urbana de la novela gótica (Davis 2005). La casa de los espíritus, el castillo lleno de demonios, ha sido reemplazado por el espacio urbano (Dallmann 2009). La paranoia del investigador, detective, periodista, etc. sistematiza el miedo de la heroína, que entra al castillo gótico, enfrentándose con sus demonios. La novela paranoica tiene sus orígenes en el XIX en Francia y los EE. UU. y se ha hecho un paradigma dominante de la novela posmoderna y de la cultura popular en los EE.UU. (Coale 2005). Conspiraciones, alucinaciones, persecuciones o la multiplicación de signos son los ingredientes de las novelas de Thomas Pynchon, Paul Auster y John DeLillo. Aparecen en películas como Matrix, en series de televisión como The X Files, y en en las novelas de Dan Brown. También aparecen en los numerosos libros sobre conspiraciones en la historia. En Argentina, por ejemplo, son los libros de Walter Graziano. El apogeo y, tal vez, la parodia mezclando ficción con historia es lo que encontramos en El péndulo de Foucault de Umberto Eco. Es decir, no solo existe en los EE.UU. desde el asesinato de John F. Kennedy una cultura de paranoia de la cual la novela posmoderna es uno de sus pilares (Melley 2000). Con Abaddón Sábato entra en este mundo del posmodernismo y deja atrás el existencialismo de Sartre. La novela paranoica dialoga con el pos-estructuralismo: todo se conecta en un rizoma.
    Primero hay que conceder a los críticos, que en Abaddón abundan los signos de la novela existencialista. Lo absoluto y el barro, la incomunicación y la soledad, la materia y el espíritu (150-51), en general la existencia (19, 22) y la condición humana (252), todos clisés del existencialismo sartreano convocados en la novela. Especialmente Bruno continúa pensando en estos terminos. La náusea de Sartre y su Roquentin, en particular, se mencionan muchas veces (38, 44-54, 49, 51, 52, 53, 61, etc.). Sabato-personaje retiene los rasgos de la náusea, está angustiado por la contingencia, tiene horror de lo gelatinoso, y parece en su transformación kafkiana de rata alada nada más que otro Fernando loco.
    Pero, Abaddón es también una ficción a la segunda potencia (26), donde las tres tramas fragmentadas ilustran la impotencia del autor-personaje de crear (Barrera López 1982, 45-56, 215-226). Esta sensación está en el centro de la cultura de la paranoia (Melley 2000, 7-16). La locura socava la autoridad narrativa de toda la novela. Si la videncia de Sábato/Sabato depende de su desdoblamiento, como dice él (258), entonces su incapacidad de escribir su novela y su paranoia debilitan su autoridad como autor. Es pura megalomanía de Sabato suponer que haya una conspiración tenebrosa en contra de él y de su nuevo libro. Abaddón ilustra la muerte del autor, postulada por Roland Barthes y Michel Foucault en los 1960. La tumba de Sabato imaginada por Bruno al final de la novela simboliza esta muerte. No es más posible la síntesis de la novela existencialista entre el yo y el mundo de objetos para el autor Sabato. Sábato pasa la tarea al lector. Parece abdicar su autoridad de explicarnos el mundo, o por lo menos permite una duda kantiana de sus explicaciones. Es posible que Sabato sacrifique a Agustina (esta metáfora nacional) por Nora para acercarse a Schneider (385); también que Sabato tenga premoniciones de una tenebrosa conspiración que le impide salvar a Marcelo –en el encuentro decisivo Sabato habla solamente de su novela, sabiendo que Marcelo está escondiendo a un guerillero ― ¿pero qué pasa si Schneider / Schnitzler no existen? ¿Si la conspiración tenebrosa desde Haushofer es puramente una alucinación paranoica, como las apariciones de Alejandra y Castel? Puede ser que las alucinaciones de Sabato solamente cubran el hecho de que tiene miedo de decir la verdad: él “trata de vivir de cualquier manera, guardando su secreto, aun en condiciones tan horrendas” (459). Por eso abandona a Marcelo y a Agustina. Falla su diálogo con la juventud. Pierde su dignidad.


3.

La muerte del autor abre la novela a múltiples lecturas, a una nueva complejidad (Barrera López 1982, 227-36). Sabato mismo lo dice en la novela (65, 83). La crisis de la interpretación que resulta es otra característica central de la cultura de la paranoia (Melley 2000, 32-37). Así que hay muchas interpretaciones de Abaddón no solamente existencialistas, sino también estructuralistas, simbolistas, eróticas, esotéricas, gnósticas, etc. Muchos confían en Sabato, algunos lo confunden con Sábato o se dejan guiar por las reflexiones en la novela. La novela paranoica permite, por definición, una doble lectura: el narrador– protagonista está loco o hay una conspiración verdadera. Tal vez permite las dos lecturas simultáneamente: por lo menos desde Erasmo la locura es un código que permite hablar de lo que “se debe” callar. La duda del lector se hace productiva, empieza a buscar la segunda en la primera “como un especialista en espionaje” (360). Es decir, produce una lectura paranoica.
    Leyendo Abaddón el exterminador no podemos confiar en Sabato y sus reflexiones. Como explica Sábato ya desde 1951, los locos son un instrumento para el autor de explorar el inconsciente que refleja todo un mundo. Y el inconsciente de Sabato, del paranoico, permite entrar en algunas angustias de la vida urbana de Buenos Aires de 1972. Sabato no es el único personaje que refleja la situación histórica de este año. La novela nos presenta con una serie de intelectuales y pseudo-intelectuales que tratan de entender lo que sucede en Argentina en aquellos años: Quique, Ledesma, Gandulfo, Bemberg, Dr. Schnitzler, Dr. Arrambide, los videntes esotéricos, desdoblados en un intelectual delincuente (40) y en una “inteligentzia tenebrosa” del desierto Gobi (80), etc. Algunos son parodias crueles de Sabato y sus ideas (Ledesma, Gandulfo, Dr. Schnitzler), otros críticos severos (Dr. Arrambide), otros presentan opiniones, claramente inaceptables para Sabato (el peronista de salón Bemberg, la vidente Müller). Abaddón presenta una galería de intelectuales argentinos que fallan en comprender la situación amenazante en la cual se encuentra el país. Y también fallan al explicárselo a la generación más joven, como puede verse con Carlucho, el intelectual orgánico, ante Marcelo. Ni en los salones de la alta burguesía corrupta, como los Carranza Paz, ni en los bares estudiantiles alrededor de la facultad, ni en las reuniones de videntes en la capital, ni en las fincas del fin de semana en Ingeniero Maschwitz se producen ideas para comprender lo que viene: la exterminación. Solamente, el viejo Barragán, el loco, que ya predijo los incendios del 1955 en Sobre héroes y tumbas, ve lo está por asomarse: el dragón con siete cabezas. Barragán es otro doble que contrasta con Sabato: ve “sin que ningún otro pudiese advertir el tremendo peligro” (445). Su visión es más clara que las fuerzas tenebrosas del mal. Y en contraste con Sabato, que falla en aclarar a Marcelo el peligro inminente, Barragán habla a la gente en el bar y es escuchado. Barragán y Carlucho son los únicos dos que cumplen con su deber de pasar la información contradictoria que importa: no existen los Reyes Magos, pero si hay un dragón en Argentina.
    ¿Quién es el dragón? Si entre las múltiples lecturas hay una que hace de Abaddón una novela importante argentina, es la lectura política. Marcelo es un secuestrado desaparecido arrojado al río, y el dragón y las fuerzas del mal son los torturadores y asesinos. Hasta ahí estoy de acuerdo con la lectura de Kohut (1986, 614) y de Hermosilla Sánchez (2007, 41-44). Asignar a Sábato y a su novela poderes proféticos de anunciar el golpe militar del 1976 y los treinta mil desaparecidos es tentador y el prólogo a Nunca Más mismo implica tales lecturas retroactivas. Ahí Sábato escribe sobre la tragedia nacional, de las fuerzas tenebrosas y del abismo del mal, incluso de las amenazas contra él y la CONADEP (1986, 7-11). Todo esto muestra su posición ambigua con respecto al terrorismo del estado recientemente superado.
    Las fechas de escritura y publicación de Abaddón sugieren otra realidad para el dragón. Sábato termina la novela a fines de 1973 y entrega el manuscrito a comienzos del 74. La primera edición aparece en abril. Terminan en la novela las tres tramas, anunciadas al comienzo (15-16), el 6 de enero del 1973, así que Sábato tenía conocimientos de los doce meses que siguen a este 6 de enero. Es decir, del tiempo cuando completaba la novela. Parece más realista asumir que el dragón de Sábato/Barragán se refería a sucesos que ocurren en esos meses: secuestros, asesinatos, desapariciones, la matanza en Ezeiza, los comienzos de la AAA, el ERP, las FAR, los montoneros, las torturas. Hay más de siete cabezas en este dragón. En Nunca Más Sábato las denomina la violencia de la extrema derecha y izquierda (7).
    La novela ofrece suficientes indicaciones de que estos son los peligros que amenazan a la Argentina. En un capítulo hacia el fin los torturadores mencionan el ERP, FAR y los montoneros (444-446), el narrador injerta una lista de desaparecidos con los nombres propios de las víctimas (448). Nacho guarda en una caja recortes de textos referidos a la tortura, entre otros el testimonio de Norma Morello sobre las torturas sufridas (398); Norma también aparece en la lista de nombres (448); Nacho guarda un recorte sobre las clases de tortura ofrecidas por un teniente Haylton en Brasil (386). Bruno y Sabato sospechan la existencia de delatadores y agentes provocadores en las reuniones (Puch entre los estudiantes, el Chango en Maschwitz), Sabato alerta a Beba del peligro que corre Marcelo escondiendo a un guerillero (223).
    Que Sábato mismo tuviera miedo de que se descubran en Abaddón sus insinuaciones disfrazadas como locura, es algo que se vuelve evidente en las sucesivas revisiones de la novela durante la dictadura: Sábato (entre otras cosas) elimina partes del testimonio de Norma y del reportaje sobre el sargento Haynes. Las restaura después del 83. (Un análisis detallado de las revisiones múltiples en 1976 y 1985, de las anotaciones de Sábato en la edición española del 75 para el lector europeo revelará mucho de la política de él.)
    ¿Quién entonces es “Abaddón el exterminador”? En la Apocalipsis es el ángel de la muerte que larga al dragón. Hay tres ocasiones en la novela donde los personajes anuncian algo mucho más prosaico: el cambio político inminente en Argentina. Quique (en broma) amenaza a su público femenino: “Ya van a ver cuando vuelva el peronismo.” (234). Nassif, el jefe de Agustina, quiere esperar con sus inversiones hasta que se aclare la “política actual” (118). Lo más escalofriante es el anuncio de los torturadores de Marcelo: “Cuando cambie el gobierno nosotros seguiremos aquí.” (441). Pero hay un signo más de lo que viene.
    En la reunión en Maschwitz, alguien menciona haberse encontrado con su ex-marido mirando La Hora de los Hornos del 1968 (362). En esta película peronista que llama a la violencia y con el fusil (como lo hacen Coco Bemberg, el peronista de salón y Silvia), aparece un mensaje del ex-presidente Juan D. Perón. Preguntado si él puede ofrecer una autocrítica del derrocamiento de su gobierno en 1955 contesta (después de 2h.13m de la película):

“Hoy creo que cometí un grave error. Yo tendría que haber convocado a la movilización, comenzar a fusilar a todos los generales rebeldes. Y a todos los jefes y oficiales que estaban en la traición y dominar esta revolución violentamente como violentamente querían arrojarnos del poder. Porque ahora sé que entonces no sabía... Por eso, después de estos 13 años hoy me afirmo en la necesidad de haber exterminado (énfasis de Perón) al enemigo, porque no era el enemigo nuestro, sino el enemigo de la república” (sonrisa a la cámara).

Abaddón el exterminador permite una lectura simbólica donde el dragón representa la violencia política inminente, que va costar la vida a miles de personas, y donde parece que el exterminador es Perón.
    Esta lectura Abaddón = Perón es también paranoica. Cede a la trampa de explicaciones fáciles y personalizadas. Explicar el Cordobazo, el asesinato de Aramburu, Ezeiza, la AAA con una persona que llama a la violencia es ignorar la complejidad de la situación política y económica de Argentina entre 1966 y 1973: la crisis económica que amenaza especialmente la clase media y que resulta en violencia política, aumentando las huelgas iniciales, las bombas anónimas, los atentados y los secuestros (O'Donnell 1988, 289-300). La novela menciona a Krieger Vasena (83, 372) conectándolo con las Carranzas, pero se calla sobre DELTEC y las multinacionales. Explora las consecuencias de la crisis argentina en la conciencia de sus intelectuales sean ciegos, locos o videntes.

En conclusión:

(1) El modelo existencialista de la búsqueda de lo absoluto (Castel, Alejandra, Nacho y Agustina) no funciona más despues de Sobre héroes y tumbas.
(2) El modelo de la novela paranoica que lo reemplaza en Abaddón el exterminador destrona al autor y abre nuevas posibilidades de lectura.
(3) La novela paranoica permite criticar la ceguera de los intelectuales argentinos y al mismo tiempo hablar de la violencia política del 1973.

Wolfgang Karrer (Osnabrueck, Alemania)

Sábato, Ernesto (1975). Abaddón el exterminador. Madrid.
https://www.scribd.com/doc/17621846/Abaddon-el-Exterminador-Ernesto-Sabato [la versión censurada del 1978]

Sábato, Ernesto (1975) et al. Nunca Más. Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Buenos Aires.

Acero, Maria Gálvez (1976). "Abaddón el exterminador o la mas alta función paradigmatica en la narrativa de Ernesto Sábato." Anales de Literatura Hispanoamericana, 275-90.
https://revistas.ucm.es/index.php/ALHI/article/viewFile/ALHI7676110275A/24793

Barrera López, Trinidad (1982). La estructura de Abaddón el exterminador. Sevilla.

Coale, Samuel Chase (2005). Paradigms of paranoia: the culture of conspiracy in contemporary American fiction. Tuscaloosa, Alabama.

Dallmann, Antje (2009). ConspiraCity New York : Großstadtbetrachtung zwischen Paranoia und Selbstermächtigung. Heidelberg.

Davis, Mike. (2005). Reading the text that isn't there: paranoia in the nineteenth-century American novel. New York, NY etc.

Hermosilla Sánchez, Alejandro (2007). "Abaddón el exterminador: El Apocalipsis de los desaparecidos." Enfoques, 19, 27-44.
https://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/259/25913121004.pdf

Kohut, Karl (1986). "Ernesto Sábato. Novelista de la metropolí." AIH Actas 9, 609-14. (Centro Virtual Cervantes).
https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/09/aih_09_2_069.pdf

Melley Timothy (2000). Empire of Conspiracy: the Culture of Paranoia in Postwar America. Ithaca, NY, etc.
https://books.google.de/books?id=8tX17AXujekC&printsec=frontcover&dq=Empire+of+Conspiracy:+the+Culture+of+Paranoia+in+Postwar+America&hl=es&ei=8dA1TvLCEaL10gGe1OSdDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCkQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false

O'Donnell, Guillermo A., James McGuire (1988). Bureaucratic Authoritarianism. Argentina 1966-1973 in Comparative Perspective. Transl. R. Flory. Berkeley.
https://books.google.de/books?id=auTjLIeWvksC&printsec=frontcover&dq=bureaucratic+Authoritarianism.+Argentina+1966-1973+in+Comparative+Perspective&hl=es&ei=vtA1TvDFLMb00gHtsIGbDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCkQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false


Oropeza, Renato Prada (1983). "Texto, contexto e intertexto en Abaddón, el exterminador". Cuadernos hispanoamericanos 391-393, 517-525
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=160059

Solotorevsky, Myrna (1981). "Especularidad y narcisismo en Abaddón el exterminador" Anales de Literatura Hispanoamericana 9, 295-326. https://www.ucm.es/BUCM/revistas/fll/02104547/articulos/ALHI8181110295A.PDF 


(todos los sitios fueron visitados el 04.07.11)
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APUNTES

Sobre el nuevo cuento de Rolando Hinojosa Smith, por Wolfgang Karrer


Con "La navidad de Rienzi, né O’Hara" Rolando Hinojosa Smith parece volver a sus comienzos antes de ser un novelista conocido (1). Al mismo tiempo parece abrir una nueva etapa en sus ficciones.
    Era un cuento sobre un crimen que inauguró el ciclo de novelas sobre el condado de Belken en el sur de Texas, parte de lo que se llama "el Valle" del Río Grande. En este cuento Hinojosa Smith marcó un terreno literario que con California y Arizona iba formar el fundamento de la literatura chicana en los EE.UU. El cuento se llama "Por esas cosas que pasan" (1972) y se ha convertido en un relato famoso de antologías nacionales. Y fundacional también en otro aspecto. No solo abrió una nueva zona a la literatura americana, una zona fronteriza con México y una de los más pobres en los EE.UU. El texto combinó un realismo detallado con técnicas modernistas. Utilizaba la multiperspectiva, la fragmentación y el montaje para convertir un simple incidente en un bar en una reflexión de una sociedad dividida en clases, géneros y culturas. Se hizo parte de Estampas de Valle, su primera "novela" (2) en 1972.
Esta sociedad texana, enfrentando una clase de latifundistas y banqueros anglosajones con una clase de granjeros de origen mexicano y además con una emergente clase media, un producto de los dos grupos que juntos llevan adelante lo que Hinojosa llama "The Belken County Death Trip"; una serie de más que doce novelas que cubren la historia de esta región texana desde el 1920 hasta los noventa del XX, no en forma de una novela histórica tradicional o cronológica, sino con la forma de un mosaico de muchas "estampas" o micronarraciones en los cuales las personas y instituciones se conectan y enfrentan (3).
    Hay dos personajes recurrentes, Rafa Buenrostro y Jehu Malacara. Son amigos y primos. Sus biografías fragmentarias ilustran algunos de los cambios sociales y económicos de Texas y de los EE.UU. Rafa estudia en Austin y se hace policía; Jehu aprende de manejar el banco de Klail City y gradualmente ambos se integran a esa sociedad dividida entre chicanos y anglosajones. Las primeras novelas del ciclo enfrentan las familias viejas mexicanas del Valle llegadas a Río Grande antes que existieran los EE.UU. con el sistema latifundista traído por los invasores, especialmente la Klail Ranch con su banco que juega un papel en las novelas como la King Ranch en la historia de Texas. Pero gradualmente las fronteras entre los grupos dejan de ser infranqueables, Jehu entra en el servicio del banco y lo usa en el interés de los chicanos humildes. Rafa trata de mantener justicia y orden en "Klail City y sus alrededores". Este título (1976) y Claros Varones de Belken (1981) son las dos novelas más representativas de la primera fase del ciclo.
Pero nuevos inmigrantes que vienen de México, Alemania, y otros estados empiezan afiliarse con los dos lados y cambian las viejas estructuras patriarcales tanto de la Klail Ranch como de las familias granjeras antiguas en el Valle. Una nueva clase media asoma en las ciudades del condado y de Texas y con ella irrumpen las mujeres profesionales. Viola Barragán y Becky Escobar representan este cambio. El divorcio, central en Los amigos de Becky (1991), marca el rumbo económico en el Valle. Jehu y Rafa se casan y entran la vida de servicio regular tan típica de la clase media urbana. Este cambio histórico que se advierte en las novelas en los 1960 y 1970 también pone en evidencia un cambio de idioma. Hinojosa escribió sus primeras novelas en un español muy diferenciado del habla chicano de los peones migrantes como de la escritura clásica de España. (Las micronarraciones en sus primeras novelas deben mucho a la escritura de esbozos literarios del siglo diecinueve). Prefiere escribir en español. Las traducciones al inglés fueron posteriores, la mayoría realizadas por el autor mismo. Lo que incorporó aspectos nuevos a algunas novelas como Mi Querida Rafa (1981), una novela epistolar, que muestra en sus cambios hacia el inglés la continua y conflictiva integración de Jehu en su trabajo para el banco. O la novela Becky and her Friends (1990), narrada por una voz en inglés que no permite identificar su género. Ambos textos se modifican, de manera sutil, en traducciones realizadas por el autor. Otras novelas, significativamente las de la guerra en Korea, solo aparecieron en inglés. Es decir, el idioma en las novelas y en Texas es un factor social y no todo es traducible de una cultura a la otra (4). Especialmente el nuevo mundo de los servicios comerciales y estatales en Belken County (como el mundo real de las editoriales en los EE.UU.) parece ser favorecido con la utilización del inglés.
El cambio histórico en Belken County no termina ahí. A partir de los 1980 y a partir de Partners in Crime (1985) y Ask a Policeman (1998) el narcotráfico entra el Valle y cambia todo: los bancos empiezan a lavar dinero, los sindicatos criminales de México invaden el condado y sus servicios, el mundo del crimen empieza organizarse. La naturaleza misma del crimen se modifica. Si en las primeras micronarraciones desde "Por esas cosas que pasan" el crimen es agrícola e íntimamente intercalado en las estructuras patriarcales, basadas en la posesión de la tierra, en las últimas novelas del "Belken County Death Trip" los narco-dólares empiezan a disolver todos los vínculos familiares y sociales. En otras palabras, si en las primeras novelas del ciclo el crimen era el robo de tierras, en las últimas el servicio ilegal de drogas corrompe casi todo, amenazando el trabajo de Rafa y de Jehu. El mundo de su infancia y madurez se va descomponiendo delante de sus ojos.
    Las dos novelas de la guerra en Corea también reflejan, a su modo, este cambio. La primera, escrita en versos homéricos, celebra la unidad y lealtad de un grupo de soldados, incluyendo a Rafa, enfrentando el racismo y la injusticia tanto contra el enemigo coreano como contra las minorías en el ejército de los EE. UU. La novela en versos se llama Korean Love Songs (1978). The Useless Servants (1993) repite la iniciación de Rafa en los horrores de la guerra en un tono mucho más negro. Documenta el abuso de toda una generación de jóvenes en una guerra cínica y a veces corrupta.
Este resumen breve de su ciclo de novelas muestra el papel fundamental que Rolando Hinojosa Smith ha jugado en el desarrollo de la literatura chicana. No es solo uno de sus fundadores, junto con Tomás Rivera y Rudolfo Anaya; su formación sólida literaria -ha trabajado como profesor de literatura por mucho tiempo de su vida- le ha permitido experimentar con muchas formas e introducirlas en la literatura chicana: la novela costumbrista, la novela epistolar, la biografía construida desde perspectivas múltiples, la novela de guerra, la novela detective y -últimamente- la novela del campus (2006). Es un escritor que toma su trabajo muy en serio como revelan sus entrevistas y contactos con lectores (5). Tal vez, su contribución más importante a la literatura chicana es que ha mostrado a autores más jóvenes la manera de transcender las divisiones étnicas en literatura. Como William Faulkner, ha creado su proprio condado literario, un condado poblado por más que mil personas cuyas historias se entrecruzan, no solamente para agregar una región más al mapa literario de los EE.UU., sino para ofrecer también algo universal a lectores en otras partes del mundo. Rolando Hinojosa ya es parte de la literatura norteamericana.
Ahora que ha vuelto a escribir cuentos como lo hizo en el comienzo de su larga carrera de escritor, ¿estará en camino de una nueva fase de su escritura? ¿Habrá dejado atrás Klail City y el condado de Belken por Nueva York y Brighton Beach? El resumen anterior muestra que no es del todo posible. Es cierto que el cuento nuevo "La navidad de Rienzi" tiene solamente una perspectiva, es cronológico y monolingüe, incluso parece haber dejar atrás el modernismo a favor de un estilo parco como el de Dashiell Hammett.
   Pero ahí ya empieza la duda. ¿No es un castellano de doble fila, transparente al inglés americano? ¿No es Matt un profesional como Rafa, un doble del otro lado, el "cop" como "killer"? ¿Es significante que la víctima sea una mujer profesional? ¿El narrador se interesa más en detallar un crimen perfecto que no deja ningunas huellas o en analizar a una persona que ha perdido todo lo que representaba la felicidad en su vida? ¿Continúa siendo amigo de su colega irlandés o lo usa como coartada? ¿Se hizo Matt mafioso italiano matando rivales rusas o es parte de su trabajo de policía a la manera de un vengador solitario? ¿El cuento, es un simple esbozo de un carácter o un drama complejo de una esquizofrenia Matt/Rienzi? Si es tan lineal y cronológico, ¿por qué se mezclan navidad y pascuas, parto y resurrección en la consciencia del homicida?

A lo mejor, el cuento marca una nueva fase en las múltiples ficciones de Rolando Hinojosa Smith; a lo mejor Rienzi va a ser la primera estampa en un mosaico nuevo, algo como "Los Oscuros Varones de Brighton Beach".


Wolfgang Karrer (Berlín / Alemania)

(1) https://en.wikipedia.org/wiki/Rolando_Hinojosa
(2) https://www.earlham.edu~mitchch1/RolandoHinojosa.htm
(3) La mejor introducción al ciclo del "Belken County Death Trip" es de Klaus Zilles. Rolando Hinojosa: A Reader’s Guide. Albuquerque: University of New Mexico Press: 2001.
(4) https://www.answers.com/topic/rolando-hinojosa
(5) https://findarticles.com/p/articles/mi_hb3481/is_3_25/ai_n28816317/
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