RELATOS

Combustible, por Ana María Shua


Se los llama tragafuegos, pero no sólo se introducen fuego en la boca: también fingen ser capaces de exhalarlo. El tragafuegos hace un buche de combustible, generalmente gasolina o kerosene. Al expulsarlo sobre una antorcha encendida, se genera la llamarada. Si quedan restos de líquido en el exterior de la boca puede quemarse gravemente, por eso es imprescindible que se limpie bien con un paño después de cada expulsión. Los dragones suelen usar petróleo crudo, que encuentran en ciertas zonas pantanosas. Sus escamas de reptil los protegen de las quemaduras.

Ana María Shua
Buenos Aires, EdM Mayo 2012
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RELATOS

Caballos, por Ana María Shua


Ana María Shua ha querido compartir generosamente con EdM una serie de microrrelatos que no encontraron lugar en su libro <>Fenómenos de Circo, publicado, en 2011, en Buenos Aires por la editorial Emecé y en España por Páginas de Espuma.
    Los estamos publicando uno por uno, para paladearlos mejor.

No. Le repito que en materia de caballos ya se ha visto todo. Sí, también eso. Tenemos incluso a Pegaso y le aseguro que no es fácil pagar los gastos de mantenimiento. De centauros ni me hable, son brutales, groseros, no tienen respeto por el público. No, lo siento, ni siquiera esa facultad me impresiona, en su momento contraté a varios descendientes de Mr. Ed, el Caballo que Habla, una famosa estrella de la televisión de los sesenta. Sin éxito, porque ya pasaron de moda y además, le pido no lo tome como una ofensa personal, lo que tienen para decir no es interesante. Mire, si lo que le importa es la fama, piense que nadie recuerda el nombre de un caballo de circo. Le aconsejo que vuelva al establo con su cuidador y siga entrenando para el Derby.

Ana María Shua
Buenos Aires, EdM, Febrero 2012
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RELATOS

Guerra y acrobacia, por Ana María Shua


Ana María Shua ha querido compartir generosamente con EdM una serie de microrrelatos que no encontraron lugar en su libro Fenómenos de Circo, recién publicado en Buenos Aires por la editorial Eme y en España por ginas de Espuma.
    Los iremos publicando uno por uno, para paladearlos mejor.

Se cuenta en la China que, en tiempos del Emperador Amarillo varios generales desertaron del ejército imperial y utilizaron su habilidad en las artes marciales para desarrollar la acrobacia china, convirtiéndose en artistas ambulantes.
    La capoeira fue una técnica de lucha creada y desarrollada en secreto por los esclavos negros en Brasil. Con el tiempo se convirtió en una danza acrobática, en un arte casi circense.
    El cacique Águila Negra y su troupe de indios sioux, capaces de disparar sus flechas a todo galope, recorrieron Europa a principios del siglo XX contratados, con la aprobación del gobierno de los Estados Unidos, por el circo alemán Sarrasani. El mismísimo Toro Sentado, que condujo a sus guerreros contra Custer en la sangrienta victoria de Little Big Horn, actuaba por cincuenta dólares a la semana en el espectáculo de Búffalo Bill.
    También el tiro al arco de los pigmeos del África Central, las competencias de bastón entre los vañaturos de Tanzania, el número de los lanzadores de la azagaya watusi que se disfrutan hoy en los circos africanos, fueron en su origen artes de la muerte, de la guerra.
    Recordando las lecciones de la historia, los humanos que logramos sobrevivir estamos preparando ya juegos con ametralladoras, danzas de tanques coordinados, diminutas explosiones nucleares. Cuando se pierde la guerra, siempre queda el circo.

Ana María Shua, Buenos Aires, octubre 2011
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PIES DE IMAGEN

Yo soy, por Ana María Shua


Yo soy los parantes metálicos que sostienen la carpa y la tela de fibra artificial que la constituye, soy el león y el tigre y el tigre y el oso, soy el carromato y las luminarias y las lentejuelas del traje de la ecuyere, soy el trapecio y el trapecista y la cuerda por la que se trepan los acróbatas, soy la oscuridad sobre el abismo, soy el caos, soy la palabra que separó la oscuridad de la luz, soy el que dijo hágase el circo, y el circo surgió de las aguas y vi que era bueno.
    Otros dicen que el circo moderno nació a fines del siglo XVIII, cuando Philip Astley, sargento del ejército británico, descubrió que, gracias a la fuerza centrípeta, un hombre puede mantenerse en pie sobre un caballo que galopa en círculos.
    Ambas versiones son verosímiles y pueden ser simultáneamente verdaderas.

Ana María Shua (Buenos Aires)
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PIES DE IMAGEN

Las dos mitades, por Ana María Shua



Charles Tripp, el hombre sin brazos, se ganaba la vida como carpintero antes de entrar en el circo. Eli Bowen, el acróbata sin piernas, tenía dos pequeños pies de diferente tamaño que nacían de sus caderas y era considerado el más buen mozo de los artistas de circo. En una de sus actuaciones conjuntas Bowen conducía una bicicleta mientras Tripp pedaleaba. Los espectadores aplaudían como tontos, sin darse cuenta de todo lo que podríamos hacer si tuviéramos esa otra mitad de la que nada sabemos, la mitad que nos falta, la otra parte de estos cuerpos inacabados que sólo por ignorancia imaginamos completos.


Ana María Shua (Buenos Aires)


Su última novela es El peso de la tentación (2007) En el año 2009 publicó en Madrid Cazadores de Letras que reúne sus cuatro libros de minificción, y en Buenos Aires, Que tengas una vida interesante, sus cuentos completos. Ver: https://www.anamariashua.com.ar/
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