POEMAS

Sacar la lengua, por Fernando Bogado



De la noche a la mañana voy
sacando lengua a las más mudas equis.

César Vallejo, “LXXVI”, en Trilce

OBJETIVIDAD / OBJETO

Una de las discusiones que recoge Jorge Panesi en un artículo sobre Néstor Perlongher en su último libro, La seducción de los relatos, se refiere al problema de la escritura crítica cuando se enfrenta al poema. Y digo bien “se enfrenta” porque la crítica tiene siempre ese tono pugilístico que ayuda a pensar que la oposición es también una forma de acceder al conocimiento (sino la única que, más o menos, vale la pena). Esa discusión es con Martín Kohan, y la idea rectora, la que articula las posiciones, es el problema de la relativa cercanía o distancia que un crítico tiene, en su prosa crítica, con respecto al poema, o a la obra poética, a analizar. Kohan plantea que el deber del crítico –para ponerlo en términos de una deontología que toma a la desobediencia, muchas veces, como parte de esa obligación profesional- es separarse de la lengua del poema, no dejarse contagiar por las formulaciones de los versos, por el estilo: ofrecer una distancia prudente. Panesi retoma la idea para plantear que, también, es posible pensar que la crítica de poesía no es para nada inmune a este contagio: la lengua del poeta, la lengua que el poeta instala con su obra, el cambio o temblor que propone a un determinado estado de la lengua en un determinado momento de la historia, es en realidad el núcleo duro de ese momento crítico. La lengua del poeta cambia la lengua, y no se puede escribir crítica de poesía más allá de esa lengua impuesta por la obra a analizar. Casi parecería que la escritura de crítica de poesía es, desde la perspectiva de Panesi, al menos, una forma de continuar el poema por otros medios. Otro modo de contagiarse, de sumergirse, de mezclarse. No hay separación posible, mostrando que, también, en algún punto, la crítica de poesía es el sueño de la crítica realizado: la posibilidad de pensar que no hay un corte nítido entre obra literaria y obra crítica, y que una y la otra son continuaciones, mejor, contorsiones del mismo discurso.
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