Asistimos este año al centenario de la Revolución en Rusia. La fuga hacia el futuro que auguró el torbellino impactó en todo el planeta. El capitalismo, por un tiempo tras el viernes negro de 1929, decidió planificarse a cinco años, como habían hecho los rusos. En Occidente, vivimos varias décadas con Estados bien presentes, pleno empleo, hasta que el peligro rojo legado por Stalin dejó de girar y augurar un futuro promisorio. En 1973, con el golpe a Salvador Allende, la crisis del petróleo, el subsiguiente acuerdo en Washington y el nuevo torbellino neoliberal que no dice nada bueno acerca del futuro, comenzó nuestra época, ésta en la que celebramos cien años de la revolución en Rusia. La rosa roja es la biografía gráfica de Rosa Luxemburgo, dibujada y escrita por la artista británica Kate Evans y traducida al castellano por Josefina Luzuriaga Martínez y Alejandra Crosta. Si la revolución en Rusia fue una esperanza desechada por la historia, la vida de la dirigente internacionalista se puede leer como la parte por el todo: su activismo escondió la posibilidad de que la revolución también sucediera en Occidente y que la historia fuera muy distinta.
Por estos días en los que resuena a cada instante la reivindicación de género y se denuncia de forma masiva el rostro asesino del patriarcado, la figura de Rosa Luxemburgo cobra vital interés. A los quince años comenzó su actividad revolucionaria y no la dejó hasta que fue asesinada. Mujer, polaca, judía, renga y comunista: una vida contra la historia. En su niñez enfrenta una displasia de cadera que la tiene postrada en un yeso durante un año. Luego, en la escuela, inicia sus primeros pasos contra el estado del mundo, le piden que escriba un poema por la visita del Kéiser de Alemania y esto es lo que le muestra a sus padres:
Por fin lo veremos
poderoso hombre de occidente
Y es que a mi nada me importa
recibir distinciones de hombres como usted.
En cosas de política sigo siendo una novata
por eso no pretendo hablarte
largo y tendido.
Sólo una cosa quisiera decirte,
estimado, Wilhelm.
Dile a ese canalla ladino de Bismarck
que no deshonre la bandera de la paz.
¡Hazlo por Europa Emperador de Occidente!
Lee a Marx desde temprano. En la biografía se la ve explicando a sus hermanos la teoría del valor y la mercancía. A los 17 años, integrantes del Partido Socialista le piden a Rosa que no vaya más por allí, le informan que la policía está interesada en ella, que en cualquier momento pueden detenerla. Les pide a sus padres viajar a Suiza para seguir sus estudios en la Universidad de Zúrich. En el invierno de 1889, a los 19 años llega sola a esa Universidad, primero a estudiar botánica y zoología; pero luego se decide por la filosofía, las ciencias políticas, la historia y la economía. En Zúrich conoce a los principales líderes socialistas rusos en el exilio, se corta el pelo, se enamora, viaja a París, se esconde de la policía, deja el corsé, empieza a usar corpiño, participa de la Internacional Socialista donde habla y deja a muchos magnetizados con el poder de su discurso. En 1989 obtiene el título de doctora en Derecho Público y Asuntos Económicos. Escribe en los periódicos y años después decide trasladarse a Berlín. Obtiene la nacionalidad alemana y se afilia al Partida Socialista Alemán.
La Rosa Roja subraya aspectos clave de la biografía. Por ejemplo, al llegar a Alemania, Rosa decide activar políticamente en una zona de trabajadores mineros, conservadores y católicos. Llega sola, frente a todos los hombres, primero la miran con recelo, en la página siguiente de la novela gráfica están todos contentos, lo que no tenemos es su voz, están allí algunos pasajes de sus discursos, están los dibujos de Kate Evans, pero no la voz que cautiva a los trabajadores mineros, ella se esconde entre dibujo y dibujo, detrás de las imágenes que vemos, en el punto del montaje va creciendo a lo largo del libro el misterio de esa voz cautivante, capaz de convencer a los más difíciles de llevar a su causa.
Otros pasajes de la vida de Rosa Luxemburgo aparecen dibujados en esta historieta: el tiempo que estuvo en la cárcel, sus amores y desamores, el destino de su gato, de sus amigos, sus brindis por la revolución, su polémica con Bernstein sobre si acaso la alternativa era la reforma o la revolución, el desarrollo de su teoría económica y otros tantos actos políticos en los que oficia de oradora principal. El volumen, editado por el Instituto del Pensamiento Socialista se completa con un anexo donde el lector encontrará fragmentos de obras y cartas de Rosa Luxemburgo inéditos en castellano.
Mariano Lescano,
Rosario, EdM, junio 2017
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